domingo, 29 de mayo de 2011

intertextualidad con Benedetti

Yo ya no sé quien vive en mi mente.
Antes, cuando era más pitufa de lo que soy ahora, 
No me interesaba el cine.
No me interesaba la musica,
No me interesaba el romance, 
No me interesaba la noche.
Hubo un día en que todo se posó de golpe en mis sienes.
Se pegaron, como la hiedra, en las paredes de mi mente.
Yo, como era de esperarse, no tenía tiempo ni para enamorarme, ni para 'usar poesía con los ojos', ni para llorar desconsoladamente como una Magdalena y suicidarme con Mozart de fondo.
¡Oh no! ni hablar.
Por eso un día tomé esta drástica decisión: 
Iba a dejar de alimentar los románticos placeres de mi mente.
¿Para qué darle en el gusto? ¡Acabaría muerta!
Aunque de apoco creo que éste Otro Yo Benedettiano
Está sorbiendo mis sesos, comiendome lentamente, llegando al punto de desconocerme.
De hecho, ya no sé si soy yo la que escribe esto, o es la otra.

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